A veces me siento triste, a veces me siento feliz. A veces me gustaría hacer un voto de silencio para darme cuenta quién realmente me quiere escuchar.
Veo tanta caras, me muestran tantas caras que a veces es difícil distinguir cual es la verdadera. ¿Ya no hay personas que sean verdaderas? Es tan extraño. Como ayer, quedarme parada alrededor de todos bailando y yo quieta, mirándolos divertirse, preguntándome e intentando entender por qué nos divertía, si realmente me divertía o si era solo costumbre. Me olvido de las cosas que me hacen feliz. O vivir dos vidas paralelas. Estoy cansada de separar mi vida, mi persona, mis cosas. Es como un gran martillo que me pega en el medio de la cabeza diciéndome que tengo que despertar, que en realidad no estoy viviendo, sino que estoy haciendo otra cosa, como si mi cuerpo en realidad no fuera mi cuerpo y que estuviera viviendo en el cuerpo de otra persona, que veo todo lo que ve esta persona y que mis pensamientos le pertenecen a ella, que en realidad no soy yo la que se mueve, es ella. Wow, es un flash.
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