Oh por dios, el frío que hace afuera, menos mal que ya llegue a casa, tarde bastante dado los dos bondis que me tengo que tomar, sumale el tiempo que tardan los colectivos un domingo. Esta para quedarse durmiendo en casa, viendo una peli y tomando un tecito, tal cual lo que pienso hacer en breves.
Vine a casa escuchando Yann Tiersen y un poquito de Keane, Yann tiersen es perfecto para estas tardes soleadas de invierno, es mi perfecto soundtrack. El viento helado jugando con tu pelo, congelándote las manos, siempre la derecha es la que se congela más, debido al intrépido cigarrillo que no puede faltar cuando uno espera el colectivo, el mínimo numero de gente en la calle a paso acelerado para llegar a sus respectivos destinos, los nenes con sus camperas gigantes que los hace parecer un corcho de champagne, con sus gorritos, correteando alrededor de sus madres como si el frió no existiera, el señor que sale igual a hacer las compras con su bufandita y su boina, el carnicero que siempre tiene abierto un domingo, el kiosko que siempre te salva, las plazas que no tan llenas como un día de verano pero igualmente concurridas. Me gustan los domingos a veces, cuando se donde mirar, el hecho de que no haya nadie en la calle y este todo cerrado es una bajativa importante, pero si sabes donde mirar es bastante lindo este día. ¿O no?